miércoles, 30 de mayo de 2007

Depresión juvenil


Nombres alternativos

Depresión juvenil; Depresión en la adolescencia

Definición

Es un trastorno que se presenta durante los años de la adolescencia y se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, desánimo, pérdida de la autoestima y ausencia de interés en las actividades usuales.

Causas, incidencia y factores de riesgo

La depresión puede ser una respuesta transitoria a muchas situaciones y factores de estrés. Este estado es común en los adolescentes, como consecuencia del proceso normal de maduración, del estrés asociado con éste, de la influencia de las hormonas sexuales y de los conflictos de independencia con los padres.

También puede ser una reacción a un suceso perturbador, como la muerte de un amigo o pariente, la ruptura con la novia o novio o el fracaso en la escuela. Los adolescentes que presentan baja autoestima, que son muy autocríticos o que perciben poco sentido de control sobre los eventos negativos presentan un riesgo particular de deprimirse cuando experimentan eventos generadores de estrés.

A menudo es difícil diagnosticar la verdadera depresión en adolescentes debido a que su comportamiento normal se caracteriza por variaciones del estado de ánimo, con períodos alternos de "el mundo es un sitio maravilloso" y "la vida apesta". Estos estados de ánimo pueden alternar en períodos de horas o días.

Por otra parte, la depresión persistente, el rendimiento escolar inestable, las relaciones caóticas con familiares y amigos, el abuso de substancias y otros comportamientos negativos pueden indicar un episodio depresivo serio. Estos síntomas pueden ser fáciles de reconocer pero la depresión en los adolescentes, con frecuencia, se manifiesta de formas muy diferentes a estos síntomas clásicos.

El exceso en el dormir, cambio en los hábitos alimenticios, incluso la conducta delictiva (como el hurto) pueden ser signos de depresión. Otro síntoma común de la depresión adolescente es una obsesión con la muerte, que puede tomar la forma ya sea de pensamientos suicidas o temores acerca de la muerte y del mismo hecho de morir.

Por lo general, la enfermedad depresiva prolongada comienza en la adolescencia o los años de adulto joven. Alrededor del 15 al 20% de los adolescentes en Estados Unidos ha experimentado un episodio severo de depresión, que es similar a la proporción de adultos que sufren de depresión.

Las niñas adolescentes presentan el doble de posibilidades de experimentar depresión que los niños. Entre los factores de riesgo se encuentran eventos de la vida generadores de estrés, en particular la pérdida de un padre por muerte o por divorcio, maltrato infantil tanto físico como sexual, atención inestable, falta de habilidades sociales, enfermedad crónica y antecedentes familiares de depresión. La depresión también está asociada con trastornos en la alimentación, particularmente bulimia.

Síntomas

  • Estado de ánimo depresivo o irritable
  • Mal genio, agitación
  • Pérdida del interés en las actividades, apatía
  • Disminución del placer por las actividades diarias
  • Incapacidad de disfrutar de actividades que solían ser placenteras
  • Cambios en el apetito, por lo general pérdida del apetito pero a veces aumento del mismo
  • Cambios de peso (aumento de peso o pérdida de peso involuntaria)
  • Dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido (insomnio ) persistentes
  • Somnolencia diurna excesiva
  • Fatiga
  • Dificultades para concentrarse
  • Dificultad para tomar decisiones
  • Episodios de pérdida de la memoria (amnesia)
  • Preocupación por sí mismo
  • Sentimientos de minusvalía, tristeza o desprecio hacia sí mismo
  • Sentimientos de culpabilidad excesivos o inapropiados
  • Comportamiento inadecuado (incumplimiento de toques de queda, actitud desafiante poco común)
  • Pensamientos sobre suicidio o miedos o preocupaciones obsesivos sobre la muerte
  • Planes para cometer suicidio o intentos reales de suicidio
  • Patrón de comportamiento exageradamente irresponsable

Si estos síntomas duran por lo menos dos semanas y causan una significativa perturbación o dificultad para desempeñarse, se debe buscar tratamiento.

Signos y exámenes

Tratamiento

Las opciones terapéuticas para los adolescentes con depresión son similares a las de los adultos deprimidos e incluyen psicoterapia y medicamentos antidepresivos (ver depresión grave para una revisión de los tratamientos y cuidados personales). Sin embargo, actualmente existe una advertencia de no administrar Paxil, un antidepresivo importante, a niños menores de 18.

La terapia de familia puede ser útil si los conflictos familiares están contribuyendo con la depresión. También puede ser necesario el apoyo de la familia o los maestros para ayudar con los problemas escolares. Ocasionalmente, se puede requerir la hospitalización en una unidad psiquiátrica para los individuos con depresión grave o que están en riesgo de suicidio.

Debido a los problemas de conducta que coexisten a menudo con la depresión adolescente, muchos padres se ven tentados a enviar sus hijos a "campamentos de entrenamiento para reclutas", "programas educativos y terapéuticos de salidas al campo" o "escuelas de crecimiento emocional".

Estos programas, con frecuencia, utilizan un equipo que no es profesional y hacen uso de terapias de confrontación y castigos rudos. No existe evidencia científica que apoye el uso de estos programas. En efecto, hay un cuerpo de investigación cada vez mayor que sugiere que, en realidad, pueden lastimar a los adolescentes sensibles con depresión.

Los adolescentes deprimidos que reaccionan también pueden verse comprometidos con el sistema de justicia criminal y a menudo se recomienda a los padres no intervenir, sino dejar que "ellos experimenten las consecuencias".

Expectativas (pronóstico) Volver al comienzo

Los episodios depresivos generalmente responden al tratamiento, y el tratamiento amplio y oportuno de la depresión en la adolescencia puede prevenir episodios posteriores. Sin embargo, cerca de la mitad de los adolescentes que experimentan una depresión grave tienen probabilidades de seguir presentando depresión continua como adultos.

Complicaciones

El suicidio en los adolescentes se asocia con la depresión al igual que con muchos otros factores. A menudo, la depresión interfiere con el desempeño escolar y las relaciones interpersonales. Los adolescentes con depresión frecuentemente presentan otros problemas siquiátricos, como trastornos de ansiedad.

La depresión también se asocia comúnmente con violencia y comportamiento imprudente. Con la depresión también coexisten frecuentemente problemas como el consumo de drogas, alcohol y cigarrillo. Por lo general, los adolescentes con problemas siquiátricos adicionales requieren un tratamiento más prolongado e intensivo.

Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe buscar asistencia médica si se presentan uno o más de los signos de advertencia de un suicidio potencial.

Aunque no existe un tipo específico de personalidad suicida, se debe estar alerta ante los siguientes signos:

  • Retraimiento, con urgencia por estar solo, aislamiento
  • Mal humor
  • Cambios de personalidad
  • Amenaza de suicidio
  • Entrega de las pertenencias más preciadas a otros

¡NUNCA SE DEBE IGNORAR UNA AMENAZA O UN INTENTO DE SUICIDIO!

Prevención

Los períodos de estado de ánimo deprimido son comunes en la mayoría de los adolescentes. Sin embargo, las relaciones interpersonales de ayuda y las habilidades de adaptación saludables pueden ayudar a evitar que dichos períodos conduzcan a síntomas depresivos más severos. La comunicación abierta con el adolescente puede ayudar a identificar la depresión a tiempo.

El asesoramiento puede ayudar a los adolescentes a sobrellevar los períodos de estado de ánimo bajo. La terapia cognitiva del comportamiento, que enseña a las personas deprimidas a combatir los pensamientos negativos y a reconocerlos como síntomas y no como la realidad de su mundo, es el tratamiento no medicado más efectivo para la depresión. Se debe garantizar que los consejeros o psicólogos que se busquen estén capacitados en el uso de este método.

Es posible que los episodios de depresión no se puedan prevenir en adolescentes con fuertes antecedentes familiares de este problema o con múltiples factores de riesgo, pero la identificación oportuna y el tratamiento rápido e integral puede prevenir o posponer los episodios posteriores.